Por Cesar Alonso
Hay un sector de la oposición y un sector del chavismo que ni cambia ni aprende de sus errores. Estos dos sectores se benefician mutuamente del extremismo que hacen gala y es seguido por lo que llamo el genial italiano Umberto Eco “una legión de imbéciles” en las redes.
Para los opositores que están afuera del país, cómodamente en excelentes apartamentos y con todos sus gatos pagos es muy fácil-y hay que decirlo con claridad meridana- ser extremista declarando exterminar a los chavistas ocasionando y dándole argumentos a la represión interna del régimen.
Hay una competencia de quien es más duro en sus críticas buscando protagonismo. Algunas declaraciones son contraproducentes, delirantes y fuera de toda realidad. Llegan en su delirio demagogo a contradecir los pronunciamientos de altos