Los
guerrilleros de salón, los extremistas de las redes sociales con sus
fake news
cuyos escritos rebotan con extrema facilidad en el escudo
publicitario del régimen. Benefician al régimen. Ellos son un
obstáculo inmenso, nocivo para llegarle a ese 80 % de venezolanos
que rechazan el régimen y que debemos organizar. Mientras no
deslindemos radicalmente, contundentemente de esos extremistas de
salón nuestra política será tergiversada. Hay otro tabú que
debemos desnudar; no todos los partidos opositores son iguales, pero
esa es la idea fuerza que el régimen con éxito ha vendido. Los
partidos socialdemócratas del espectro opositor tienen sus propias
especificidades que una mal entendida política unitaria opositora ha
borrado y nos ha perjudicado. Muchos de nuestros militantes se han
confundido y han caído bajo la influencia de la predica extremista
,contraproducente que beneficia objetivamente al régimen. Sin
entender que los problemas, las debilidades del régimen no son
causadas por nuestra política sino en gran parte por la presión de
USA y sus aliados. Deben entender y nosotros los socialdemócratas
primero que mientras el 20 % de la población apoye al régimen este
será fuerte. Debemos entender que aún con mayores problemas si no
tenemos una certera política amplia no sectaria el régimen seguirá
aún precariamente en el poder.
El
hecho que el 70/80 % del país rechace el régimen nos significa que
apoyen a los partidos opositores. Hay una diferencia entre esa
Venezuela hoy antichavista y una Venezuela opositora. Son dos cosas
distintas y para ser vencedores en este enfrentamiento debemos
entender esas vitales diferencias.