Santos García Zapata
Cada estrato social se comportó de un modo distinto ante la cuarentana; cientos de miles en Venezuela y La Guaira leyeron libros y vieron excelentes películas. Existió una bella solidaridad que se dio en muchas y puntuales situaciones, pero, por otra parte se profundizo el más egoísta individualismo sobre todo en un sector de los estratos medios. Los tres años de hiperinflación condujo a cientos de miles a caer en el más feroz y desmedido afán de lucro, entre ellos los dueños de las clínicas privadas. Creció la más perversa corrupción entre algunos altos funcionarios públicos y se democratizo la matraca y el cuanto hay pa’ eso.
SE ESTÁ FORMANDO UNA NUEVA MORAL Y ÉTICA
Aproximadamente la mitad de los casi 5 millones de venezolanos que hay en el extranjero envía remesas a sus familiares creando un amplio grupo (cientos de miles) que vive/sobrevive gracias a esos envíos desarrollando una peculiar/singular manera de ver las cosas, de entender todo hasta los sentimientos familiares.
La política partidista se ha pervertido a niveles grotescos en la oposición y en el PSUV existe el más descarado y abierto clientelismo. No existe el mínimo control institucional en la región; la Fiscalía y las dos contralorías son elefantes blancos o jarrones chinos.La oposición venezolana sobre todo en La Guaira tardara lustros en recuperarse aunque eso dependerá –en parte-de la praxis del Gobernador por un lado y del Alcalde por otro.
SER REALISTAS, CÍNICOS Y PRAGMÁTICOS
Lo prioritario hoy en día es sacar a miles de guaireños que viven vive en la más patética miseria y el miedo; para lograre ese objetivo tenemos que ser realistas aquellos que propiciamos ese cambio y no caer en la retórica ridícula izquierdosa ni el extremo cinismo; hay que aprender a convivir con la corrupción, el abuso, el clientelismo y tratar de apropiarse de reducidos espacios sociales para obtener pequeñas y puntuales mejoras para la sociedad.